by Arq. Florencia Zampieri
El 1 de octubre se celebró el Día Internacional del Café. La idea de esta fecha surgió con la intención de reunir en una sola festividad a todos los productores de café del mundo ya que el café es la segunda bebida más consumida en el mundo después del agua. Todos los días en el mundo se consumen aproximadamente 3 mil millones de tazas de café, siendo en los países nórdicos donde más se consume según las últimas estadísticas.
La palabra «café» viene del árabe (Qahwah) que significa «estimulante», ya sea café o vino. De allí pasó al turco con el nombre de «Kahveh» y de allí al italiano caffé. El grano del café es la semilla de la fruta del cafeto, un árbol que puede llegar a medir hasta 6 metros de altura.
Es el segundo producto más comercializado del mundo junto con la Coca Cola. El 54% de los estadounidenses lo consumen todos los días, en sus distintas variantes, lo que convierte a los Estados Unidos en el país donde se toma más café.
Las propiedades tanto estimulantes como beneficiosas para la piel son reconocidas mundialmente. En Japón existe un espacio Yunessun Spa Resort que posee una piscina donde bañarte, relajar y divertirse viviendo una experiencia distinta de esta bebida.
Si hay algo que los millennials de todo el mundo tienen en común, es su gusto por el café. Están más preocupados por su bienestar personal que cualquier generación anterior, lo cual puede deberse a que tienen más acceso que nunca a la información sobre su salud. Dado que este grupo constituye un gran porcentaje de los consumidores de café del mundo, es una generación que vale la pena considerar si tienes una tienda de café y quieres mantenerte a la vanguardia y conocer los nuevos hábitos de consumo. Muchas cafeterías modernas han empezado a ofrecer alternativas a la leche y productos descafeinados para satisfacer nuevas necesidades y gustos.
El café de especialidad se caracteriza por sus altos niveles de calidad y por el hecho de que, en cada paso de su recorrido, desde el cultivo hasta la preparación, está bajo un constante monitoreo para evaluar cómo mejorar los procesos. El origen es importante, ya que puede impactar el sabor y el perfil de un café, incluso entre cafés de la misma variedad.
Para los millennials, la calidad supera a la cantidad. Por ejemplo, en los EE.UU., han optado por el café de especialidad y lo consumen más que cualquier otra generación. También, es más probable que lo consuman fuera de casa, y gastarán más en un café de calidad, ya que están dispuestos a pagar por una bebida que sea compleja e innovadora. Querer saber de dónde viene el café, así como cuán ecológica es la leche que le agregan, indica que hay otra preocupación de los millennials que influye en su consumo de café. El respeto por el medio ambiente, la sostenibilidad y la responsabilidad social son asuntos importantes para ellos.
Esta tendencia sumada a los cambios de hábitos, la innovación constante, nuevas experiencias de consumo y uso de espacios comerciales, fueron la base de las nuevas propuestas que se encuentra realizando la firma Starbucks en todo el mundo.
El modelo de local que se encuentra abriendo Starbucks y particularmente el que inauguró hace un tiempo atrás en la ciudad de Nueva York confirman que la tendencia seguirá siendo diseñar una experiencia visual, atractiva y de consumo que va mucho más allá de la mera práctica social de tomar un café: se trata de una verdadera fábrica donde puede seguirse visualmente y a través del recorrido físico del lugar, todo el proceso de manufactura de la bebida. Se ubica en Meatpacking District, cerca del Chelsea Market, proyectado en la planta baja de un edificio de 9 pisos diseñado por el Arquitecto Rafael Viñoly, es el primero de la ciudad con esas características, llamado “The Reserve Rastery” donde se potencia la experiencia completa compuesta de un recorrido por más de 2.000m2 de bares, barras de cocktails a base de café, panadería, tienda, molino y maquinaria para tostar el café. “Es en realidad una planta industrial” dijo Jill Enomoto, una de las diseñadoras in house de la firma que lo hizo posible.
Se trata de una experiencia de luxe, donde se puede concurrir tanto de día como de noche convirtiéndose en el punto de encuentro de público en general, turistas y locales en busca de su café favorito o simplemente un paseo para observar el imponente lugar que oficia las veces de museo donde puede apreciarse todo el proceso de manufactura del café.
El espacio ha sido tratado con la minuciosidad y cada detalle ha sido pensado y diseñado, nada ha quedado al azar, sumado al aroma que envuelve una vez atravesado la puerta, característico también de este concepto en la marca. Predomina un aire industrial propio de la zona por lo cual dialoga con el streetsyle y el industrial style propio de ese barrio neoyorquino. El cielorraso, que tiene cualidades acústicas necesarias en esa escala de volúmenes, está conformado por un casetonado de cientos de cajas de madera con un movimiento ondulante inspirados en la cuadrícula urbana de Manhattan. ¡Imperdible!
En el segundo nivel pueden encontrarse a los “coffee masters” que informan sobre los métodos de elaboración de la bebida, algunos de los cuales se realizan delante del cliente.
Ocupando un lugar importante y atractivo dentro del gran salón “The Roastery” se encuentra un enorme barril de cobre que almacena los granos. Todo el equipamiento, como así el gran tonel de cobre repleto de granos como sus cañerías no son solo escenografía, sino que la firma Starbucks las utiliza para procesar el café que enviará a otros puntos del país, convirtiéndose en la procesadora de su tipo más grande de Manhattan.
La panadería, repleta de variedades tanto dulces y saladas en una exquisita exhibición se entremezcla con el shop con todo el merchandising de la marca que incluyen productos firmados por el diseñador holandés Marcel Wanders. Camino al sector de restrooms se encuentran plantas tropicales que evocan las grandes plantaciones de la semilla del café.
Esto, a su vez, crea la pregnancia que necesitas para que la gente regrese. ¡Una experiencia genuina que no tiene precio!”
La NYC Reserve Roastery es el cuarto a nivel global, luego de las locaciones de Seattle, Shangai y Milán junto con las de Chicago y Tokio.
Celebrar con esta bebida cada día es muy sencillo, solo debes tomarte una taza de tu café favorito o comer algún postre o comida cuyo ingrediente principal sea el grano de café. Sentirse parte del “Club”. Encontrar el momento para disfrutar de una charla, de un buen libro, y vivir una experiencia única tomando un rico café…aquí o allá…
“Las personas quieren ser parte de algo, participar de este sistema de valores y sentirse conectadas. Al principio, durante o al final del día, celebrarlo con una taza de café, compartir una experiencia, comprometerse con otras personas y dejar por unos instantes el mundo digital para vivir una experiencia a través de sus cinco sentidos”.
Contacto:
Arq. Florencia Zampieri
Deco & Store Styling. Colour Planner
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