by Carmen Álvarez.

El Mar Mediterráneo es uno de los lugares con más historia del mundo. Por allí navegaron los egipcios, los fenicios, los griegos, los cartagineses, los romanos, los árabes y todas las civilizaciones que surgieron en la región mediterránea comprendida entre Europa meridional, Asia occidental y África septentrional. Su pasado es poderoso y su belleza inmensa. Su azul es tan profundo y tan brillante que semeja miles de millones de aguamarinas. Surcarlo es una experiencia intensa sobre todo apreciando las costas de las diferentes siluetas de la Cote d’Azur. Una de las experiencias obligatorias y quizás de las más placenteras de esta región es salir a navegar y zarpar desde los numerosos puertos. Tuve la fortuna de poder hacerlo partiendo desde el puerto de Saint-Raphael, uno de los más poblados de la riviera, bordeando la famosa Ile d’Or y adentrarme al famoso mar !!!!!!

Llegué a St. TROPEZ, la localidad más chic de la Riviera Francesa, originariamente humilde ciudad portuaria y pesquera que desde hace muchas décadas cambió el eje de su atracción y pasó a ser famosa por sus playas y vida nocturna siendo el centro del jet set internacional. Brigitte Bardot la puso de moda en la década del 60 y todavía vive allí en su famosa villa La Madrague. Hoy, El barrio de La Ponche, con calles de adoquines, recuerda su pasado como una aldea pesquera, pese a que en la actualidad se ha convertido en un centro de moda donde están presentes las marcas más exclusivas y sofisticadas. Lo más típico y divertido es el continuo desfile de gente muy trendy que generalmente se aprecian desde los cafés del puerto frente a los impresionantes yates que a la puesta del sol empiezan a ostentar su espléndida movida nocturna.

El broche de oro del weekend fue la cena en el famosísimo SENEQUIER un tradicional restó de St. Tropez creado en 1887 como pastelería, transformado luego en café de lujo, que apareció en películas francesas como «Y Dios creó a la mujer» protagonizada por Brigitte Bardot y con la dirección de su marido de entonces Roger Vadim y «El gendarme de Saint Tropez», y en cuya famosa terraza de toldos y sillas rojas se han sentado todas las personalidades que quieren ver y ser vistos. Es el punto central de la movida del puerto de esta mítica ciudad siempre vigente y a la moda.

Women in Move / Editora Carmen Álvarez