by Carmen Álvarez

La Riviera Francesa está repleta de muy antigua historia y
abrumadora belleza. Hyeres, el lugar de la niñez de mi anfitriona
y amiga Christine, es su balneario más antiguo y se encuentra en
el departamento del Var, a dos horas al oeste de Niza, donde ya
los Alpes dan paso a un paisaje más rural y plano en el cual
predominan los cultivos de olivos y vides. Ella me guió a los
lugares donde pasó su infancia y sus vacaciones lo que hizo más
emotiva toda la visita. Tiene dos áreas perfectamente delimitadas,
un centro histórico (y aprovecho para decir que ninguna ciudad
vieja en la Riviera Francesa podrá desilusionarte jamás), y la
costa. Estuve en ambas y observé la entera ciudad desde el
Castillo medieval de Hyeres situado sobre un cerro. En la costa,
almorzamos a la orilla del mar y luego pasamos una tarde
maravillosa en la famosa playa L’ Almanarre disfrutando sus
kilómetros de doradas arenas paralela a la carretera de la sal y sus
aguas azules y onduladas aptas para el windsurf y otros deportes
acuáticos. Entre estas dos zonas se encuentra la colina de
Costebelle la que nos retrotrae a la rica historia de Hyeres.
Resulta que esta ciudad fue una de las mas visitadas por la realeza
de toda Europa desde el siglo XIX y la propia reina Victoria de
Inglaterra estuvo hospedada en el Grand Hotel Albión
(lamentablemente bombardeado en la segunda guerra mundial) y
hasta se construyó allí una iglesia anglicana. Precisamente allí se
acuñó el legendario término Cote d’Azur para designar las azules
costas del Mediterráneo. Debido a su microclima es además el
centro del cultivo de palmeras en Europa, hay más de 7000.
Hyeres, que lo tiene todo, fue un gran descubrimiento para mí y
espero poder así reflejarlo en estas fotos !!!