by Carmen Álvarez
Entrar al taller del artista plástico Agustín Sabella en pleno centro de Montevideo, es toda una experiencia. Hay de todo mezclado : variados objetos, vitrinas con colecciones, personajes de comics, material de pintura, obra suya en todos lados, en todas las paredes como la famosa “Uruguay es una Torta Frita” que ganó el Premio Nacional de Artes Visuales 2019 en el Subte Municipal.
Conocí la obra de Agustín gracias a la gentil invitación de Gabriel Roca, para ver unos fantásticos cuadros de tamaño generoso en un edificio de oficinas en Ciudad Vieja y su obra me causó un gran impacto. Por su tamaño, por su colorido, por su temática.
Entonces decidí buscarlo y concretar esta entrevista, ya que cualquier cosa se puede pensar de la obra de Agustín, pero no se puede permanecer indiferente a ella. Es una obra para disfrutar, para opinar, para interpelarnos. Si no, juzguen por ustedes mismos.
- He conocido tu taller y quedé impactada por el material artístico, su variedad, por momentos su enigmática temática, por la entrega intelectual que sin duda hay detrás de cada trabajo. ¿Por qué sos artista y no otra cosa?
Desde que recuerdo tuve inquietudes artísticas. La vida por suerte me fue llevando por diferentes caminos que desembocaron en que me dedique al arte.
Por otro lado encuentro en las artes visuales una herramienta que me permite generar peguntas, cuestionar e intentar cambiar ciertos paradigmas.
- Tu obra desborda vitalidad y colorido. Puede o no presentar una línea argumental. Si es así, ¿cuál sería?.
El tema que atraviesa mi obra es el ruido, la distorsión. El ruido en el sentido de capas de información, que simultáneamente suman y restan, que presentan múltiples lecturas. Desde ese lugar es en el que me paro para intentar generar preguntas.
Este tema lo trato desde distintos lugares, con resoluciones diferentes.
- Algunos elementos son recurrentes en tu obra : por ejemplo la aparición de personajes de comics, la referencia a dios, el paraíso y el infierno, a lo sagrado y lo profano, y algunas referencias a THE END. Podés comentar algo sobre esto.
Trabajo resignificando y recontextualizando. Me interesa generar múltiples lecturas, y que en última instancia todo se vuelva ambiguo. La repetición, lo seriado, potencia esta idea. Tiene que ver en cómo funciona el mundo contemporáneo, con el bombardeo de información que estamos sometidos permanentemente, de forma redundante y en última instancia termina siendo la nada. Al final todo se vuelve abstracto.
La instalación The End que presente en la galería Zoco en Punta del Este trata sobre esto, pero con una resolución formal distinta a mi trabajo habitual. La acumulación pinturas de distintos cuadros de películas con la frase The End en distintos idiomas cuestiona el fin. El fin como algo tan ambiguo que nunca llega.
- Viajaste y viviste un tiempo en México. A pesar de estar en el continente americano, es una cultura bastante diferente a la nuestra. Contanos de tu experiencia en ese país y qué pudiste aprender para aplicar a tu obra posteriormente al viaje.
Viajar lo considero como parte de mi trabajo. Rodearme y vivir en una cultura diferente genera nuevos insumos para mi trabajo. Opero como una gran licuadora, donde todo el tiempo entra información y la voy procesando. No descarto absolutamente nada, todo es pasible de ser procesado.
Por otra parte me interesa experimentar otros paradigmas. Me ayudan a pensar y cuestionar, ver las cosas desde diferentes lugares, salir un poco de mi zona de confort, algo que considero fundamental para mi trabajo.FOTO
Women in Move Magazine Virtual / Editora Carmen Álvarez